Frustrada actuación en el HZT.
El Ministerio Coordinador de Gabinete (año 2007) creó un programa que tenía como objetivo controlar, entre otros aspectos, el incumplimiento del horario de trabajo de los empleados de la Administración Pública Provincial. Sus integrantes estaban vestidos con trajes negros por lo que en la jerga popular se los llamó “los hombres de negro”.
Dichos funcionarios se constituían en el acceso de ingreso del personal al organismo que debían controlar. Preguntaban a los agentes que ingresaban o salían fuera del horario de trabajo normal sus nombres, apellidos y lugar en donde desarrollaban sus actividades. Esta información la volcaban en una planilla que luego cedían a los directivos.
Durante varios meses realizaron el trabajo encomendado en distintas reparticiones, en donde eran temidos. Pero esto no ocurrió en el ámbito hospitalario donde fueron increpados y hasta maltratados por algunos profesionales que eran sorprendidos en falta al salir o entrar a la institución a deshora.
Hay muchas anécdotas del infortunio que padecieron estos señores en cumplimiento de sus funciones.
Por ejemplo, se comentaba, en forma jocosa, que algunos profesionales pescados “in fraganti” ante la requisitoria de práctica de estos imponentes funcionarios, respecto a que debían decir sus nombres y que expresaran su lugar de trabajo, recibían como respuestas una andanada de insultos, por ejemplo: “que c…. te importa y/o “..ándate a la m…..”. También algunos llegaron a utilizar jeringas conteniendo lavandina, para salpicar a estos “hombres de negro” en sus trajes en la parte de atrás. Fue todo un grotesco.
Resultaba extraño y contradictorio su actuación, sobre todo en los hospitales públicos, ya que las mismas autoridades sanitarias protegían a los profesionales (y.. lo siguen haciendo ahora) hasta con ahinco, por las denuncias efectuadas por incumplimiento del horario de trabajo. Yo mismo había efectuado antes, varias denuncias por este motivo ante la Justicia, Oficina Anticorrupción, Defensoría del Pueblo y autoridades sanitarias, sin que jamás se haya tomado medidas correctoras.
Ahora, suponiendo por un momento, que los directivos tuvieron intenciones serias de controlar el horario de trabajo de sus subalternos, resulta infantil que hayan recurrido al auxilio de otro organismo, ya que esta tarea forma parte de sus responsabilidades cotidianas y la deberían haber ejercido plenamente .
La irrupción de los “hombres de negro” en el Hospital Público, sólo sirvió para poner al descubierto la ineptitud de las autoridades sanitarias para controlar el horario de trabajo de los profesionales.
Hasta el días de hoy esta irregularidad permanece intacta, con lo cual continúa provocando enormes perjuicios a pacientes, cuya salud depende exclusivamente de los servicios que pueda brindarle el hospital público.
Dr. Fernando Urbano. Presidente Fundación FUSSO.
El Ministerio Coordinador de Gabinete (año 2007) creó un programa que tenía como objetivo controlar, entre otros aspectos, el incumplimiento del horario de trabajo de los empleados de la Administración Pública Provincial. Sus integrantes estaban vestidos con trajes negros por lo que en la jerga popular se los llamó “los hombres de negro”.
Dichos funcionarios se constituían en el acceso de ingreso del personal al organismo que debían controlar. Preguntaban a los agentes que ingresaban o salían fuera del horario de trabajo normal sus nombres, apellidos y lugar en donde desarrollaban sus actividades. Esta información la volcaban en una planilla que luego cedían a los directivos.
Durante varios meses realizaron el trabajo encomendado en distintas reparticiones, en donde eran temidos. Pero esto no ocurrió en el ámbito hospitalario donde fueron increpados y hasta maltratados por algunos profesionales que eran sorprendidos en falta al salir o entrar a la institución a deshora.
Hay muchas anécdotas del infortunio que padecieron estos señores en cumplimiento de sus funciones.
Por ejemplo, se comentaba, en forma jocosa, que algunos profesionales pescados “in fraganti” ante la requisitoria de práctica de estos imponentes funcionarios, respecto a que debían decir sus nombres y que expresaran su lugar de trabajo, recibían como respuestas una andanada de insultos, por ejemplo: “que c…. te importa y/o “..ándate a la m…..”. También algunos llegaron a utilizar jeringas conteniendo lavandina, para salpicar a estos “hombres de negro” en sus trajes en la parte de atrás. Fue todo un grotesco.
Resultaba extraño y contradictorio su actuación, sobre todo en los hospitales públicos, ya que las mismas autoridades sanitarias protegían a los profesionales (y.. lo siguen haciendo ahora) hasta con ahinco, por las denuncias efectuadas por incumplimiento del horario de trabajo. Yo mismo había efectuado antes, varias denuncias por este motivo ante la Justicia, Oficina Anticorrupción, Defensoría del Pueblo y autoridades sanitarias, sin que jamás se haya tomado medidas correctoras.
Ahora, suponiendo por un momento, que los directivos tuvieron intenciones serias de controlar el horario de trabajo de sus subalternos, resulta infantil que hayan recurrido al auxilio de otro organismo, ya que esta tarea forma parte de sus responsabilidades cotidianas y la deberían haber ejercido plenamente .
La irrupción de los “hombres de negro” en el Hospital Público, sólo sirvió para poner al descubierto la ineptitud de las autoridades sanitarias para controlar el horario de trabajo de los profesionales.
Hasta el días de hoy esta irregularidad permanece intacta, con lo cual continúa provocando enormes perjuicios a pacientes, cuya salud depende exclusivamente de los servicios que pueda brindarle el hospital público.
Dr. Fernando Urbano. Presidente Fundación FUSSO.
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