PARA LOGRAR ATENCIÓN MÉDICA HAY QUE ESTAR SANO
Hoy 3 de mayo, ya entrada a la madrugada, con una T° de 3° y una sensación térmica de - 2°, muchas personas mayores, afiliados a PAMI, se han congregado a las puertas del consultorio ubicado en 25 de mayo y 9 de julio para conseguir un turno con oftalmología para la semana que viene.
Las primeras personas de la fila expresaron que estaban ahí desde las 6,00 horas, ya que habían venido otros viernes más tarde y se habían terminado los turnos ofrecidos.
La cola es larga, es que ni el frío ni la incomodidad de permanecer parados y sin posibilidades de usar un baño, los amedrentan cuando necesitan recibir atención.
Esta postal se repite todos los viernes. Es curioso que los últimos de la fila que ya saben que no van a tener la suerte de conseguir un turno, por la cantidad de personas que están antes que ellos, sin embargo se quedan hasta el final para ver si se produce el milagro de ser atendido, pero no, ello no se da nunca.
Es probable que mientras se retiran del lugar con tanta desazón, se reprochen por no haber venido más temprano, ya que no vislumbran otra solución más que esa.
Y cuando requieren turnos para otros especialistas (odontología, traumatología, etc.) también les resulta difícil o hasta imposible lograrlo.
Para conseguir un turno con kinesiología hay que pasar por la amansadora en la calle Moreno, desde las 4 de la mañana.
Y cuando requieren turnos para otros especialistas (odontología, traumatología, etc.) también les resulta difícil o hasta imposible lograrlo.
Para conseguir un turno con kinesiología hay que pasar por la amansadora en la calle Moreno, desde las 4 de la mañana.
Con las prótesis de cualquier tipo hay que armarse de paciencia porque en general tardan en llegar varios meses.
Y así sucesivamente todo les resulta engorroso, difícil, lento. Si no están muy enfermos seguramente el sistema logrará que se agraven.
Si le sumamos a esta maldad que los medicamentos han aumentado mucho más que sus depreciadas jubilaciones, no hay dudas que la situación de las personas mayores es dramática.
No deberíamos permanecer ajenos a este ultraje.
Dr. Fernando Urbano. Médico Sanitarista. Presidente Fundación FUSS0
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