CAMAS TERAPIA INTENSIVA
También debe servir de experiencia lo ocurrido en los hospitales cabeceras de nuestra provincia en el último cuatrimestre del año pasado, que, por subestimar el alcance de la epidemia, no hubo previsión respecto al número de camas que serían necesarias en terapia intensiva, aunque se duplicaron las mismas, no fue suficiente y padecimos 100 % de camas ocupadas por periodos prolongados.
Se tiene que aprovechar la relativa calma existente para prepararse, que —según estimaciones epidemiológicas—ocurrirá en mayo y junio de lo que puede ser la segunda ola.
Hemos visto lo que pasó en Europa, que fue mucho peor que la primera.
También debe servir de experiencia lo ocurrido en los hospitales cabeceras de nuestra provincia en el último cuatrimestre del año pasado, que, por subestimar el alcance de la epidemia, no hubo previsión respecto al número de camas que serían necesarias en terapia intensiva, aunque se duplicaron las mismas, no fue suficiente y padecimos 100 % de camas ocupadas por periodos prolongados.
Esta situación de gravedad extrema, aunque no haya sido reconocido por las autoridades sanitarias ni por los médicos intervinientes, ocasionó muertes de pacientes por no habérselos podido tratar en tiempo y forma.
Hay que prever que en esta segunda ola que es más contagiosa y virulenta esto no se repita. Para ello se debe aumentar el número de camas en los hospitales cabeceras provinciales y por supuesto habilitar el pabellón de clínica médica la terapia intensiva del Nuevo Hospital de Trelew que ya debería haberse inaugurado.
Los funcionarios que no tomen estos recaudo pudiéndolo hacer, estarían cometiendo DELITO DE OMISIÓN IMPROPIA, quedando expuestos a ser denunciado ante el Ministerio Público Fiscal.
Dr. Fernando Urbano. Médico sanitarista. Presidente de la Fundación FUSSO.
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